El ministro y yo

"El pasatiempo de coleccionar estampillas postales hace que un ministro se haga amigo de Mateo quien es un "evangelista" que escribe cartas para quienes no saben leer ni escribir y lo contrata para que lo ayude a ordenar su colección. Esto hace pensar a los demás trabajadores que son grandes amigos. En el trabajo conoce a Romeritos, cuya nietecita es sordomuda y no puede costearle la operación, pero Mateo entra a una carrera de automóviles antiguos para poder ganar el premio y así ayudarles, dando a la vez una lección a todos los burócratas". -- Estuche.