La cuarta transformación: Ecos a un año de su vigencia

Cada administración de gobierno de cualquier nivel, busca en su proyecto las mejores políticas para el pleno desarrollo de sus ciudadanos, y la actual a nivel federal, no es ajena a tales propósitos, por tal motivo enarbola una cruzada por demás ambiciosa y a la vez esperanzadora para un pueblo ávido de condiciones de vida que permitan, si no vivir en forma desahogada, cuando menos con los elementos mínimos que necesita todo ser humano. Es así que surge la llamada cuarta transformación, con una serie de estrategias políticas encaminadas a una mejor distribución de la riqueza nacional, ir estrechando cada vez más las distancias, entre los que mucho tienen, con los que languidecen en forma precaria de vida. Para ello, son fundamentales algunas líneas, como es el combate frontal a la corrupción, al tráfico de influencias, a la impunidad y volver a un estado gubernamental más cuidadoso de los recursos y de los fondos públicos, para lograr hacer en bien de la población, más con menos. Igualmente es importante la participación de la sociedad en todos los programas que emprenda el gobierno y exigir el apego a la ley, a los valores y a los principios de justicia, para alcanzar los fines de esta nueva administración y recuperar a la vez la confianza en los gobernantes.