Impacto de la DATM sobre la alimentación del paciente

Actualmente se muestran con mayor incidencia las molestias de la articulación temporomandibular causadas en su mayor parte por diversos factores (maloclusiones, trastornos temporomandibulares, estrés, malos hábitos, traumas). La disfunción de la articulación temporomandibular (DATM), es una patología con manifestaciones clínicas caracterizadas por dolor de los músculos masticatorios, articulación temporomandibular (ATM), tejidos blandos y duros de la cavidad oral, así como la limitación de función y presencia de ruidos articulares (Orchardson and Cadden, 1978). Es importante reconocer el origen y de esta manera brindar una orientación nutricional adecuada. La masticación es el primer paso en la transformación del alimento y consiste en movimientos rítmicos de la mandíbula guiados por un patrón sensorial que responde a la textura del bolo alimenticio (Laskin and Know 2003). Evidentemente la alimentación juega un papel importante que favorece la salud bucal y un estado nutricional adecuado. La DATM se presenta con dolor muscular localizado o difuso en el área de la articulación y los músculos masticadores afectando especialmente a los maseteros, temporales, pterigoideo interno y externo. Entre los múltiples factores que desencadenan esta patología, se encuentra la maloclusion ya que provoca que el paciente modifique los movimientos mandibulares para conseguir la masticación. Los rangos de movimientos mandibulares están disminuidos ya sea por dolor o contractura muscular, siendo esta también una de las características predominantes que el paciente percibe como rigidez o sensación opresiva en el área facial y cervical. Se presentan ruidos articulares, bloqueo mandibular y dolor. Los síntomas se presentan de manera intermitente y periódica y su intensidad varía en cada caso, pero puede llegar a ser tan agudo que se vuelve tan incapacitante para el paciente.