Género, familia y dominación. Dimensiones culturales para entender la violencia conyugal

En la atención de la violencia conyugal es importante considerar todas las condiciones que pueden favorecer la reproducción del problema, de tal modo que se pueda entender en toda su complejidad. Así, este tipo de violencia responde a un orden social en el que se ha dividido a los hombres y las mujeres en superior e inferior. Es en ese sentido que se asumen posturas de dominio o sumisión de acuerdo con las expectativas que se tienen sobre la propia identidad. Ser hombre y ser mujer tiene características que están definidas aun antes de que el individuo llegue al mundo, y es la familia y el entorno social quienes se encargan de que esas expectativas se cumplan. Los cambios legislativos no pueden eliminar las consecuencias de la violencia, porque ésta tiene su origen en un sistema de creencias difícil de erradicar, pues se suscribe en el reconocimiento social que las personas esperan tener.