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COVID-19 y enfermedad pulmonar pediátrica: Experiencia en un centro de atención terciaria en Sudáfrica
La pandemia de COVID-19 resultó en una rápida diseminación global, con profundos impactos en los sistemas de salud. Aunque los datos pediátricos muestran de manera consistente un cuadro clínico más leve, se ha identificado que la enfermedad pulmonar crónica es un factor de riesgo para la hospitaliza...
Autores principales: | , , , , , , , , , , |
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Formato: | Online Artículo Texto |
Lenguaje: | English |
Publicado: |
S. Karger GmbH
2021
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Materias: | |
Acceso en línea: | https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8018203/ http://dx.doi.org/10.1159/000515615 |
Sumario: | La pandemia de COVID-19 resultó en una rápida diseminación global, con profundos impactos en los sistemas de salud. Aunque los datos pediátricos muestran de manera consistente un cuadro clínico más leve, se ha identificado que la enfermedad pulmonar crónica es un factor de riesgo para la hospitalización y para desarrollar una enfermedad grave. En África, continente formado predominantemente por países con ingresos bajos o medios (LMIC), la elevada prevalencia de VIH, tuberculosis, desnutrición y hacinamiento aumenta aún más los riesgos a la salud. En este trabajo se revisa la literatura sobre COVID-19 y enfermedad pulmonar crónica en niños, y relata nuestra experiencia en un centro de atención pulmonar pediátrico en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Los datos epidemiológicos en Sudáfrica confirman una baja prevalencia de la enfermedad grave, donde los pacientes < 18 años comprenden 8% de todos los casos diagnosticados de COVID-19 y 3% de todas las admisiones por esa causa. Se encontró una reducción en la admisión hospitalaria por otras infecciones del tracto respiratorio inferior. Aunque el servicio de pulmonología atiende niños con una amplia variedad de condiciones respiratorias crónicas, incluyendo bronquiectasias, fibrosis quística, asma, enfermedad pulmonar intersticial y pacientes con traqueostomías, no se observó un incremento significativo en las admisiones por COVID-19, y en quienes desarrollaron COVID-19, el curso de la enfermedad no fue grave. La evidencia actual sugiere que la preexistencia de una enfermedad respiratoria en niños no parece ser un factor de riesgo significativo para el COVID-19 grave. Aún se requieren datos longitudinales para evaluar el riesgo en niños con inmunosupresión y enfermedades pulmonares intersticiales. Los impactos indirectos de la respuesta a la pandemia en la salud respiratoria de los niños son notables, y es muy probable que aún deban comprenderse y cuantificarse. Garantizar el acceso de los niños a servicios preventivos y de cuidado completos durante este tiempo es prioritario. |
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