“…Ensayo que muestra la vigencia, en pleno siglo XXI, del complejo trasfondo de las obras de Shakespeare a través de aproximaciones filosóficas al teatro isabelino. El bien  y el mal, el orden y el caos, arriba y abajo, conceptos opuestos pero interdependientes, se desarrollan en su dramaturgia, aunque hoy resulta ingenuo plantear un universo sin una mente superior que lo rija, pero al mismo tiempo es más necesaria que nunca. …”
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